Instituto de Entrenamiento en Pareja y Familia A.C.

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Mujeres en la Segunda Mitad de la Vida

“Mujeres en la segunda mitad de la vida”.
Por: Lic. Mirentxu Goyenechea.
Psicoterapeuta Familiar, de pareja y adultos.

Uno de los indicadores biológicos y físicos en las mujeres que nos revela que hemos llegado a nuestra segunda mitad de la vida es la menopausia, de la que ninguna mujer podemos escapar. En esta etapa no sólo vivimos cambios bio-físicos sino también emocionales, psicológicos y existenciales, que nos detienen de alguna manera a cuestionarnos a nosotras mismas y a darnos cuenta cómo queremos transitar esta segunda mitad de vida.

Alrededor de los 35 años las mujeres empezamos con lo que se conoce como el climaterio que es el periodo anterior y posterior a la menopausia, también se le conoce como pre-menopausia y postmenopausia respectivamente y puede abarcar hasta quince y a veces hasta veinte años. Se van presentando una serie de síntomas y cambios físicos que nos van indicando que empiezan a haber cambios significativos en nuestro cuerpo y que también estamos envejeciendo.
Existe una realidad, todo ser humano envejece, lo que pasa es que en la cultura occidental el envejecimiento en las mujeres está mal visto, porque se asume con que ya no valgo, ya no sirvo; socialmente a la mujer se le pide que sea joven, bonita y que sea fértil, cuando en otras culturas como la oriental o entre los Indios de Norteamérica o los indígenas en nuestro país, a las mujeres en esta etapa se les considera como mujeres “sabias”.

Buscar ayuda es necesario cuando los síntomas interfieran claramente con las actividades acostumbradas y en particular si los malestares físicos llevan a la depresión. Es conveniente reconocer que muchas mujeres demuestran mayor irritabilidad y por eso la mayoría de los trastornos se ven como manifestaciones de estados de ánimo y pocas veces se atribuyen a desajustes hormonales.

Hacerse cargo de una misma, atendiéndose con los especialistas es necesario y primordial; si no sé qué me está pasando y no lo identifico, es porque no tengo contacto con mi cuerpo y por lo tanto no lo puedo cuidar y si no lo puedo cuidar esto habla de mi abandono personal.

Por otro lado, de acuerdo al Ciclo Vital de la Familia existe la etapa tan mencionada del “Nido Vacío”, en donde los hijos se casan o actualmente salen del hogar de origen para independizarse y vivir con lo que se conoce hoy como “roomies“, o se van a vivir a otros países para continuar sus estudios o por mejores ofertas laborales. Entonces la pareja vuelve a quedarse sola, o muchas mujeres en esta etapa ya están sin una pareja, ya sea por divorcio, viudez, o porque decidieron ser madres solteras; es aquí en donde tenemos que poner más atención a nosotras mismas pues la vida nos está devolviendo tiempos y espacios que habíamos cedido y que hoy podemos recuperar.

Es en la edad en que si no se cuenta con una tarea fundamental, es necesario inventarla; aprender a divertirse, a valorar lo que se es, descubrir nuevas formas de ser y de hacer. Es capitalizar todo lo que hemos vivido y crecido; queremos desaparecer las arrugar pero también tenemos experiencias de vida que no podemos hacer a un lado porque nos han marcado y nos han hecho crecer.

Lo importante es tener proyectos que son el combustible necesario para seguir con nuestras vidas.

La segunda mitad de la vida es un buen momento para reflexionar sobre tu historia de vida y todo lo realizado y darse así, una nueva esperanza en el trecho que falta por vivir.

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